lunes, 23 de noviembre de 2015

Reseña: "Terms And Conditions May Apply"

Terms And Conditions May Apply

Probablemente la leyenda urbana más famosa y recurrente del internet relacionada a las redes sociales, desde su tremendo auge a partir de finales del 2004 han sido los términos y condiciones que uno acepta sin realmente pararse a leer o siquiera pensar en lo que realmente uno está cediendo al dar un simple clic.

 Se dice de todo, que al publicar algo en alguna red social el contenido deja de ser tuyo, que estas empresas pueden vender tu información personal a criminales e incluso algunos usuarios motivados por la desinformación; han optado por hacer declaraciones y protestas dentro de las redes sociales para quejarse de lo que supuestamente representa publicar en una red social.

 El documental “Terms and Conditions May Apply”, realizado en el año 2013 por Cullen Hoback pretende desmentir en algunos casos estos mitos pero a su vez mostrando una espeluznante realidad de lo que las empresas digitales están haciendo con respecto a las inmensas cantidades de información que vienen generando desde su fundación. Las bases de datos que ellos han generado sin duda son interesantes para muchos, pero no de la manera que podemos pensar.

terms and conditions
Logotipo del documental
El documental aborda desde el principio algunos de los ejemplos de términos y condiciones que hemos aceptado sin darnos cuenta. Existen cosas básicas que confirman las preocupaciones de muchos como la política que establece que al publicar algo en Facebook deja de ser de tu propiedad. Sin embargo hay algunas otras que llegan a perturbar o por sus antecedentes y preocupaciones o por sus implicaciones. Por ejemplo que no puedes utilizar iTunes para fabricar una bomba o participar en actividades terroristas o que al utilizar Google en tu teléfono estás de acuerdo en ceder tu ubicación, teléfono celular, número IMEI, modelo y sistema operativo.

Algo de lo más curioso de la película es la manera en la que demuestra como las personas ignoran por completo los términos y condiciones. Se pone de ejemplo el caso de una empresa de videojuegos en Reino Unido, la cual a manera de broma y para ver quienes leen y quienes no el contrato que aceptan, publicó entre los términos de quienes compraban a través de su tienda en línea la declaración de que al dar aceptar estaban cediendo su alma a la empresa.

 Fue una broma graciosa para la mayoría, no lo dudo y uno que otro personaje se haya asustado más de lo debido pero es muy importante lo que sacamos de conclusión al trasladar una broma como esta a la vida real. Puede que nosotros pensemos que al momento de hacer una declaración boba en nuestro perfil o hasta borrar contenido que nos resulte incómodo o innecesario nos libramos de mucho de esto, pero en la realidad, la base de datos de las redes sociales y los grandes portales de internet nunca desaparece.

 “A Mark parece no importarle quedarse con nuestros datos después de que pensamos que los hemos borrado, pero sí pide que no lo grabemos. Eso es injusto”, eso es lo que narra el autor del documental, Cullen Hoback al preguntarle al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg sobre si creía o no que la privacidad había muerto, a lo que simplemente respondió “¿Podrían dejar de grabar?”. Ahora lo que muchas personas y en mi caso compartí antes de ver el documental completo era la pregunta ¿y para qué necesitan quedarse con esa información? La verdad es que la mayoría de ella es simple basura, pero ese pequeño porcentaje que resulta útil para los intereses de muchos, principalmente gobiernos, nos lleva a pensar a implicaciones importantes.

 El 3 de enero del 2013, un irlandés llamado Leigh Bryan publicó en su cuenta de Twitter una broma referente a su próximo viaje a Estados Unidos donde hacía referencia a “destruir América”. Eso costó que en el área de control de pasaporte del aeropuerto lo retuvieran por 6 horas como sospechoso de terrorismo. La agencia virtual de Estados Unidos había interceptado su tweet con ayuda de una herramienta que les entrega Twitter para detectar posibles amenazas.

Esto no necesariamente tiene que estar regulado por países pues se lleva a cabo a través de los términos que uno acepta al entrar a la plataforma. En el caso de Google para poner un ejemplo se establece que al aceptar utilizar el buscador permites ser juzgado por las leyes de Santa Ana en California y de esa forma tu penalización puede transmitirse a Estados Unidos.

En el documental también se menciona como el secretario de la NSA ha mantenido desde el 2006 muchas reuniones privadas con Mark Zuckerberg y que actualmente hay por lo menos 25 personas dedicadas a atender solicitudes de información por parte del gobierno. Pero en términos de mercadotecnia también se puede hacer uso indebido de la información ya que a pesar de que hay muchas leyes y regulaciones de internet y sobre lo que se puede y no y uno de los “nos” en redes sociales es sobre vender bases de datos de información a empresas, sí se puede comprar “secciones” de empresas digitales dedicadas a información.

 El documental relata como Google pero sobre todo Facebook ha gastado millones desde su fundación en cabildeo para evitar que sus intereses sean desfavorecidos. Para lo anterior también el gobierno ha tomado partido. Sin duda la privacidad es cada vez más difícil de guardar y lo que queda en algunos casos por nosotros es además de tomar precauciones, luchar para que nuestra privacidad sea resguardada y retomar la frase que el fundador de Facebook dijo cuando sintió que su privacidad estaba siendo vulnerada: “¿Podrían dejar de grabar?”.

El documental está en Netflix por si alguien gusta verlo.


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