domingo, 22 de febrero de 2015

No tienes amigos porque eres un bicho raro

Soy zurdo, nací zurdo y desde pequeño he visto muchas de las cosas "normales" al revés. Lo anterior te da un sin fin de ventajas, tantas que necesitaría una sola entrada para enumerarlas. Te haces más creativo por ingeniártelas para vivir en un mundo lleno de tijeras para diestros, resultas injustamente hábil en algunas cosas y por último y más importante te hace sentir especial en esos ecos homogeneizados de la niñez.

A lo largo de mi vida he conocido a muchas personas, diestras de nacimiento, que se fuerzan o por lo menos lo han intentado para escribir de manera constante con la mano izquierda. Cabe la cruda y discriminante realidad de que los zurdos tendemos a ser ambidiestros. Puedo confirmar que así es, lo más elemental, las cosas aprendidas a temprana edad todas las hago con la mano izquierda. Pero a medida que creces vas aprendiendo a ir "de la mano" casi literalmente del opresor lado derecho.

Tiene sentido querer ser zurdo por todas las ventajas que ofrece, pero sin duda también te otorga algunas pequeñas, minúsculas, casi imperceptibles desventajas. Por lo menos virtualmente imposibles de ver a mi edad pero increíblemente remarcadas cuando era niño, más exactos, en el kinder. Sin miedo a equivocarme la más grande desventaja de ser zurdo, por lo menos en mi caso, es la letra "a".

No es un secreto que hacemos al revés gran cantidad de letras, desde las más insignificantes como la "o" iniciando por el lado contrario, hasta las más curiosas como la "e" donde el proceso está torcido totalmente. ¿Pienso que es un poco injusto? Tal vez, a fin de cuentas cabe recordar el simple hecho de que nuestro planeta tierra es "zurdo", no obstante ese no es el tema a tratar el día de hoy. 

La letra "a" fue mi más ferviente némesis de 1996 a 1998. Esa amorfa letra "o" con "palito" me costó sin pedos más trabajo que caminar. Todos tenemos obstáculos académicos en nuestra vida, podríamos nombrarlos sin problema pensando un poco por el impacto que tuvieron. Para muchos las fracciones, los acentos o aprenderse los nombres de las partes de la célula. Los míos (en orden ascendente) las divisiones con dos cifras afuera, los estados financieros y la pinche letra "a". 

Simplemente no podía hacerla, practicaba y practicaba y no me salía. Mis maestras me trataban de ayudar, me repasaban la técnica una y otra vez y no. Penuria total. Mi nombre tiene dos entonces peor aún. Les puede sonar tal vez hasta estúpido pero en serio es difícil enfrentarse a un obstáculo así a tan temprana edad. Un día ya en la primaria simplemente formulé que si en vez de dibujar primero una "o" y tratar de atinar a la posición del mentado palo opresor dibujara la forma de la "a" empezando por ahí (al revés) era fácil y listo, un trauma de la infancia superado, o por lo menos eso parecía pues el daño estaba hecho.

Duré todo mi kinder sintiéndome un bicho raro. Todos mis amigos hacían la "a" sin ningún problema, todos y cada uno. Me sentía solo, aislado. ¿Tenía razón? absolutamente no. Algo que mi ilusa mente infantil no lograba capitalizar en aquél momento era algo realmente bastante obvio. Mientras yo no podía ni con el mayor de mis esfuerzos hacer la primera letra del abecedario, muy probablemente el compañero al lado de mí tendría problemas con la "m", o la niña de dos filas adelante, tal vez para ella era imposible pronunciar la "l" y tal vez y solo tal vez podía haber un niño en otro salón que no lograba comprender la diferencia entre el 6 y el 9. 

Esto lo digo porque he visto mucho de eso en estos días. Hay demasiados de nosotros sintiéndonos bichos raros, sin ver realmente que hay a nuestro alrededor. No se trata nunca de no "sufrir" porque si no podemos sentirnos mal porque alguien está peor entonces tampoco podemos sentirnos bien porque de seguro alguien se siente mejor ¿no? de lo que se trata, es de que todos tenemos nuestros propios problemas y todos somos unos bichos raros.

Vivimos en un tiempo donde nos sentimos solos. Es extraño porque para muchos quienes me conocen sabrán que tengo un canal de YouTube llamado ¿Qué demonios? el cual con sus altas y sus bajas ha llegado a consolidar una comunidad estable y un éxito que aunque no es tan grande como el de algunos otros canales me enorgullece y me motiva mucho. El caso es que, a veces veo particularmente a una persona que escribe en su muro alguna estupidez y tienen 248 likes, 36 comentarios y la publicación fue compartida 80 veces.

Cuando yo comparto en Facebook un video de mi canal, tiene en promedio de 10 likes, la comparten tal vez 3 veces y algún despistado me comenta "genial" o "ya ponte a estudiar" o lo que sea. He llegado (de manera estúpida y errónea) a sentir envidia por esa persona, hasta que un día hace poco tuve la oportunidad de platicar por esas cosas del destino con ella y llorando me dijo lo mal que se sentía, lo sola que estaba y lo mucho que se lamentaba por ser como era.

Me envidiaba y no solo a mí, a mucha gente por tener la oportunidad de estudiar algo que le gustaba (ella abandonó su sueño de ser comunicóloga) de atreverse a hacer un proyecto como ¿Qué demonios? y hasta de mi perro, el pequeño Ritter. Estaba realmente sorprendido. Le pregunté porque nunca le había dicho a nadie y me dijo que porque no tenía amigos. ¿248 likes y ni un solo amigo? Estando aquí en Barcelona todos los días salir "de peda" (como dicen ellas) y ¿ni un solo amigo? entonces lo entendí, lo entendí todo por completo. 

Todos somos bichos raros. Ella tenía miedo, miedo de expresarse con alguien porque con nadie tenía suficiente confianza, era lógico. Le pregunté entonces que porqué no a alguno de sus "amigos de peda" y gente con los que trataba en redes sociales no llegaba a más. Me dijo lo que ya sabía, que eran amigos de peda y que solo servían para salir, para platicar y eso pero que no podía trascender más. WTF? 

O sea, ¿sales de peda para distraerte de tus problemas (de no tener amigos), con gente que deliberadamente te recuerdan que no tienes amigos, para luego quejarte de que no tienes amigos con gente que no puede ser tu amigo porque no sale de peda contigo? (Master WTF combo x3000).

Lo que me dejó de enseñanza esa charla que aunque muy breve fue muy productiva, es que tenemos que empezar a ver a las personas como lo que son, personas y no un medio o simplemente algo para competir. Creo que el hecho de que últimamente en la universidad, nuestro deseo de ser populares, de tener con quien salir a cualquier hora, de tener "buenas relaciones de trabajo" (ultra WTF?) y la competencia que hay entre nosotros nos ha acostumbrado a un círculo vicioso muy estúpido.

Es especialmente estúpido porque la plática empezó con ella preguntándome ¿porque no tengo amigos? Tengo amigos, los mejores amigos del mundo, sin pedos los mejores. No están aquí en este momento, ni modo, pero están en mi corazón (jajajaja perdón, no me resistí a escribir samamaa... jaja) solo que no me gusta tomar, ni salir con gente que solo me quiere para tomar. No es mi estilo...

En estos últimos años (ay si bien pinshi experimentado el JuanJo) he tenido la pena de presenciar gente que es hipócrita sin ocultarlo por si en algún futuro "esa persona de ahí es la que me va a dar trabajo", personas que dejan plantados a sus amigos y se van de fiesta "para socializar más" y oh sorpresa, el día que hay algún problema, no hay nadie cerca... Pero sobre todo, demasiadas personas que solo te usan para pasar el rato, que te convierten y te etiquetan en "amigo de peda", "amigo de la escuela", "compañero de trabajo", "wey al que le hablo porque tiene cámara", o una bien rara que escuché hace unos meses, "fuck friend" (QUÉ CHINGADOS LE PASA AL MUNDO?!?!?!?!).

No lo niego yo he aplicado alguna de esas (no la última, qué pinche pedo con eso?) pero en la medida de lo posible, prácticamente siempre he tratado de darle su lugar a las personas, he tratado de estar ahí para la gente pues se que yo no valgo más que nadie y nadie más que yo y sobre todo, valoro y agradezco mucho el tener amigos que están ahí para mí siempre. Porque es en los momentos más difíciles donde te das cuenta lo mucho que valen.

Las personas no son un medio para que TÚ alcances tus metas o TÚ te sientas mejor. Recuerda este dicho popular "el que mucho abarca, se queda sin amigos por pinche mamón". Busca una persona, háblale, cuéntale como te sientes, escúchala, traten de apoyarse, busquen cosas en común, hagan cosas juntos, inicien un show para desmentir mitos urbanos de terror y leyendas urbanas en general. Eso es lo que hacen los amigos. Los que están ahí, los que valen, los que nunca se van. 

Pero sobre todo, nunca le tengas miedo a ser un bicho raro, todos somos bichos raros.

un bicho raro

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